La primera central nuclear de Rusia llega al Ártico

Por Vladimir Soldatkin21 mayo 2018
Akademik Lomonosov (Foto: Rosatom)
Akademik Lomonosov (Foto: Rosatom)

La primera central nuclear flotante de Rusia arribó al puerto ártico de Murmansk durante el fin de semana en preparación para su misión inaugural, que proporciona electricidad a una ciudad rusa aislada al otro lado del estrecho de Bering desde Alaska.

La compañía estatal detrás de la planta, llamada "Akademik Lomonosov", dice que podría ser pionera en una nueva fuente de energía para regiones remotas del planeta, pero activistas ecologistas han expresado su preocupación sobre el riesgo de accidentes nucleares. Greenpeace lo ha llamado el "Titanic nuclear".

La empresa estatal nuclear rusa Rosatom, que desarrolló la planta de energía flotante, dijo que atracó la unidad en Murmansk el sábado donde fue remolcada desde San Petersburgo, la ciudad donde fue construida.

En Murmansk tomará a bordo un suministro de combustible nuclear. Luego será remolcado a la ciudad de Pevek en la región del Lejano Oriente de Chukotka, separada del estado estadounidense de Alaska por el estrecho de Bering de 86 km (53 millas) de ancho. Comenzará a operar allí el próximo año.

La planta reemplazará una planta de energía a carbón y una planta de energía nuclear envejecida que abastecerá a más de 50,000 personas en Chukotka, dijo Rosatom.

Rosatom ha planeado desde hace mucho tiempo lanzar las unidades de energía marítimas, que, con sus plantas móviles de pequeña capacidad, son las más adecuadas para regiones remotas. Dice que pueden ayudar al medioambiente al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a las que se atribuye el calentamiento global.

Las pequeñas plantas fueron diseñadas para permitir el suministro de electricidad a las zonas de difícil acceso de Rusia. Pueden operar sin parar sin necesidad de repostar durante 3-5 años.

Los grupos de protección ambiental, incluido Greenpeace, enviaron una carta al jefe de Rosatom, Alexei Likhachyov, exigiendo el estricto cumplimiento de las normas de seguridad y diciendo que estaban observando el desarrollo de la instalación flotante "con gran preocupación".

La carta requiere una supervisión regulatoria completa e irrestricta por parte del regulador nuclear ruso y un estudio internacional sobre el impacto ambiental antes de que los reactores se carguen con combustible y sean probados.

"Los reactores nucleares que flotan alrededor del Océano Ártico plantearán una amenaza sorprendentemente obvia para un entorno frágil que ya está bajo una enorme presión del cambio climático", dijo en un comunicado Jan Haverkamp, ​​experto nuclear de Greenpeace Europa central y oriental, en un comunicado.


(Información de Vladimir Soldatkin, Katya Golubkova y Geert De Clercq)

Categorías: Energía, Operaciones árticas