Vietnam quiere dar a su guardia costera más flexibilidad para abrir fuego en el mar, en medio de la tensión en la concurrida hidrovía del Mar Meridional de China, mostró un borrador de ley publicado el miércoles.
La ley, que se espera sea votada por los legisladores a fines de este año, permitirá una mayor asertividad en aguas disputadas por parte de la guardia costera, ahora armada con patrulleras estadounidenses y japonesas modernas, en una política que probablemente alarme a la vecina China.
China reclama casi todo el Mar del Sur de China, por el cual pasan aproximadamente 3 billones de dólares en comercio marítimo todos los años. Vietnam y otros cuatro países también dicen que tienen derechos en el mar, que se cree tienen ricos yacimientos de petróleo y gas.
La guardia costera de Vietnam podría abrir fuego para "proteger la soberanía y los derechos soberanos en situaciones de defensa y seguridad", dijo el borrador, publicado en el sitio web del organismo legislativo, la Asamblea Nacional.
La guardia costera podría abrir fuego para advertir a los buques que operan ilegalmente en aguas de Vietnam si no respetan su solicitud de detener las actividades ilegales, agregó.
Ahora Vietnam permite que los oficiales de la guardia costera abran fuego solo si sus vidas y su seguridad están amenazadas, o en persecución de delincuentes y buques en el mar que de otro modo podrían escapar, o para proteger a los ciudadanos cuyas vidas están en riesgo.
Estados Unidos ha entregado a Vietnam 12 patrulleras para fortalecer la capacidad de vigilancia y protección marítima de la nación del sudeste asiático. Japón proporcionó seis patrulleras usadas y prometió seis nuevas.
Vietnam es el país más abiertamente en desacuerdo sobre partes del disputado Mar del Sur de China con China, su mayor socio comercial con el que tiene vínculos tradicionales a través de los partidos comunistas que gobiernan ambos países de un solo partido.
Apenas el mes pasado, Vietnam suspendió un proyecto de extracción de petróleo frente a la costa sudeste de la empresa energética española Repsol, luego de la presión de China.
Reporte de Mai Nguyen